En el Grupo de padres del mes pasado surgieron varios comentarios que dieron origen a esta pequeña nota: “los tiempos en la crianza de los niños”.

Los cometarios rondaban entre cuáles eran los tiempos para.: “dejar el chupete”, dejar los pañales”, “la mamadera”. No porque todas las mamás presentes tengan esa inquietud o dudas, sino porque todas conocían a alguien que tenía dificultades con esos tiempos.

Entonces comenzaron las preguntas, algunas eran fáciles de responder, otras no. Lo cierto es que en algunos puntos llegaban a un acuerdo y en otros no.

¿Qué pasa con los “tiempos” en la crianza de los niños, en una u otra familia? ¿No son universales?

Para comenzar, las familias tienen sus diferencias desde todo aspecto, cultural, hábitos etc. Pero los niños se suponen que evolutivamente son iguales, o al menos los que han estudiado las etapas evolutivas de la infancia así lo dicen. Entonces… ¿dónde se da el quiebre para que, en una familia, los niños dejen el pañal a los dos años y en otra a los cuatro?

Busquemos apoyo en los que saben….

El tan conocido “chupete” nos demuestra que los bebés están listos para dejarlo alrededor de los dos años, dos años y medio. Nadie va a negar que el succionar al niño le imprime una sensación de placer, al hacerlo se calma y descarga sus tensiones, pero el uso prolongado de este elemento hace que sus dientes se deformen; por esto y por varios motivos más sabemos que habría que dejarlo a esa edad. Si esto no sucediera, la mama se debería preguntar, ¿me sirve más a mí o a él?

¿Y la mamadera? El bebé a los doce meses es capaz de tomar líquidos en vaso, ya que ha ido regulando los movimientos de los labios para no atragantarse por el exceso del líquido. Esto lo va logrando con una pequeña ayuda de sus padres hasta que el control es definitivo. La mamadera y el chupete son una prolongación de la madre, dejar la mamadera le permite ir conectándose con el exterior y así comenzar el proceso tan ansiado por las mamás, que es la independencia ¿o no? ¿Quién no conoce alguna mamá que pasados los tres años (o más) aun le están dando mamadera?

Algunos papás no facilitan este alejamiento de la mamadera, aduciendo que si no lo hacen el niño o niña no desayuna, o hace berrinches al salir del jardín o no se duerme u otras justificaciones más. La verdad es que, aunque no lo quieran reconocer, no quieren que sus hijos crezcan y se independicen, y sin darse cuenta ponen obstáculos para dejar la mamadera.

Nos preguntamos también si para dejar los pañales sucedería lo mismo. Todas acordaban que hay que respetar las decisiones del niño. Pero… ¿es siempre así? Si tiene cuatro años y todavía no ha hecho caca en el inodoro, ¿les parece normal?

Siempre se dijo que hay que respetar cada etapa para favorecer una evolución natural de maduración, no hacerlo provocaría dificultades como la constipación o incontinencia.

El tiempo que aconsejan los pediatras es alrededor de los dos años, dos años y medio, donde se supone que el niño ya camina y habla lo indispensable como para pedir.

Los niños tienen tiempos distintos, y lo que le sirvió a una familia para que lo logre, no le sirvió a otra, Lo que hay que tener en cuenta es que el control de esfínteres es un proceso lento, difícil, donde el niño debe aprender una serie de cosas antes de poder lograrlo. Tiene que, primeramente, entender lo que es “aceptar”, “esperar”, que hay un lugar determinado para hacerlo, y que para ser “aceptado” debe respetar ciertas normas. Los adultos le dicen que lo debe hacer para poder integrarse al mundo adulto, a su cultura.

Por eso este proceso de dejar los pañales, como el de la mamadera, o el chupete, se debe dar desde la convicción de los padres por dejarlos, y luego aplicar toda la paciencia y el amor para acompañarlos en este proceso tan valioso y hermoso como es “el crecer”.